viernes, 16 de diciembre de 2011

Y OTRO MICRO... QUE NO TERMINA EN FIESTA

A veces interpretamos tan mal las señales que nos sorprenden con significados tan inesperados como dolorosos. Laura González nos trae una muestra de cómo el deseo de una nueva vida tras las campanadas… termina convirtiéndose en una amarga realidad.

DOCE CAMPANADAS

….diez…. once… doce.

Por fin el momento tanto tiempo esperado ha llegado con la última campanada de este nuevo año.

Un rápido repaso a su aspecto delante del espejo para comprobar que no falta ningún detalle. Dentro de un momento volverán a reencontrarse después de casi treinta años sin saber el uno del otro, pero sin olvidar el tiempo compartido.

La decimosegunda campanada de este año es la señal de que una nueva vida juntos va a comenzar.

Suena un timbre. Es el teléfono.

-Diga.

-Hospital Comarcal al habla. El señor Fernández ha sufrido un paro cardiaco y .....

-¡¡¡Noooooo!!!

6 comentarios:

  1. La navidad también tiene su lado triste. Muy bien Laura

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  2. La vida es lo que pasa mientras se hacen planes...
    Suerte Laura
    Un saludo

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  3. ¡Vaya! Eso sí que es comenzar el año con mala pata!

    Un abrazo y suerte.

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  4. ¡Bien Laura! La vida tiene de todo, esperemos que en la próxima cita, cuando cure el infartado, den la "campanada".
    Abrazo.Lns

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  5. El grito último lo estoy oyendo todavía. ¡Mira que se dice que son las uvas de la suerte!. ¡Menos mal!, que si no lo fueran a saber lo que habría ocurrido.

    Un abrazo Laura,
    de una igual : Laura desdemispalabrasylasvuestras.

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  6. Gracias a todos por vuestros buenos deseos. Espero que nadie tenga que acabar este año con ese ¡¡¡¡Noooo!!! y todos empecemos el nuevo año con un gran ¡¡¡¡Siiiii!!!!
    http://susurrosbarquerenos.blogspot.com/

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